Queridos hermanos, aquí seguimos en el corazón de África con muchiisimo calor, junto con nuestros hermanos Chadianos que no paran de ponerse malítos, muy malitos gracias a los pocos medios de los que disponen, a la poca formación sanitaria que reciben, a la desnutrición etc.... Pero a la vuelta de la esquina trabaja la multinacional (E..), que no para de extraer millones de dólares en petroleo solo apto para el mundo desarrollado, mientras que los pobres dueños legítimos de la tierra que explotan no perciben ni migajas.
Algo tan claro, un robo es defendido todos los días por gente que desconoce la realidad de este pueblo incluso gente que ha estado trabajando en el Hospital Saint Joseph, de Bébédjia, lo sigue dcefendiendo, parece algo extraño que venga gente a ayudar a los que están siendo robados y defiendan a los ladrones diciendo que los Chadianos están así por su culpa, que las multinacionales están en todos lados etc...
Bueno esto es un poco cosas que me queman y tengo que contarlas pero no es de lo que quiero hablar, lo que tengo que deciros es que sigo trabajando en el servicio de medicina-cirugía de mi hospital Chadiano y que me encanta trabajar aquí aunque tenga que pasar un calor terrible, aunque vea todos los días como el sida mata sin consideración de edad ni sexo, como pasan hambre, como recaen en su tuberculosis mal curada por que no pueden o no quieren seguir un largo tratamiento. esto es mi día a día y no puedo mas que darles mis cuidados o los que puedo darles. Solo les acompaño en el camino esperando que todo mejore cada día en el hospital, en el Chad en África, en este mundo tan maravillosamente injusto.
No me creo bueno, por que solo hay Uno bueno, ni tan siquiera mejor que nadie por estar aquí y como dice un querido amigo mio :"toda persona capaz hacer la cosa más preciosa del mundo y a la vez la mas detestable, sin dejar de ser la misma persona". Esto es cierto todos llevamos dentro un Ángel y un demonio, solo se trata de tener preso al segundo.
Personas que llegamos a un lugar como este para trabajar o ayudar a sus gentes tenemos también nuestro lado oscuro y traemos también nuestras miserias con nosotros y dejando a un lado el motivo de nuestra llegada aquí (religioso como yo, o por otro motivo), todos somos personas con nuestros defectos, egoísmos, etc.. Esto sumado al estado de tensión que puede crear las carencias, el calor, el estrés, podemos en un momento dado hacernos merecedores de un par de cuernos, un rabo y un tridente.
Para evitar no caer en espirales de tensión, podemos hablar con nuestros compañeros o familias, podemos hacer oración que es algo imprescindible o podemos dejarnos dejarnos llevar por nuestro ego, haciendo de nuestras vidas aquí un autentico infierno por cosas banales a las que nunca daríamos importancia en otro lugar.
Digo esto por que lo veo, veo personas que se enfadan por que guardas un par de botellas de agua en una nevera que en teoría es para compartir pero que no quieren compartir, lo veo en mi cuando me enfado por que alguien viene indebidamente a pedir cosas a mi servicio del hospital etc... Pero gracias a Dios que le tengo a El, a mi esposa y a la oración que me centra ayudándome a no perder el norte.
Gracias a Dios soy feliz aquí, por que El me acepta con mis debilidades haciéndome superar limpiamente todos los obstáculos.
Gracias a todos por escucharme.
Daniel Almagro.
